sábado, 19 de enero de 2019


INFLUENCIA DEL PARLAMENTARISMO SOCIAL EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
               El parlamentarismo social pretende facilitar los procesos al poder ejecutivo, para conseguir los objetivos de su mandato, y concebir recomendaciones, con base en las organizaciones populares y en general de la participación comunitaria, para satisfacer los problemas priorizados por los ciudadanos.
     Se puede observar, cada vez más, la presencia de los concejos comunales y las comunas en los espacios de las instituciones educativas. Algunas veces, con claras intenciones de imponer y anteponer sus propios intereses a los de la comunidad educativa. Siendo muchas veces, descontextualizada y/o erróneas queriendo abarcar áreas de las que tienen muy poca idea de su funcionamiento. Podría mencionar, como ejemplo, cuando “sugieren” un nuevo director para una escuela (en cualquiera de sus niveles y/o modalidades) que debe comulgar con sus ideologías políticas y sin importar que reúna pocos méritos, dejando de lado candidatos más idóneos, tanto por su perfil profesional como académico.
     En contraparte, desde la escuela como elemento inclusivo para las comunidades, se puede evidenciar la socialización de sus logros y de sus dificultades, problemas y potencialidades que a través de programas, planes, proyectos, se multiplican en los congresos pedagógicos, los sábados pedagógicos, en la transformación del currículo, y acercan e integran la tríada familia- escuela- comunidad.
     Por mi parte he contribuido con la orientación e inducción de estudiantes hacia la formulación de proyectos que generen bienestar a sus comunidades de residencia, que ayuden a paliar dificultades o que mejoren las situaciones existentes para optimizar su futuro. Entre estos, puedo nombrar: Asesoría para la elaboración de libros contables al concejo comunal X; talleres de información para el manejo de la reconversión monetaria; producción y comercialización de abonos orgánicos, construcción de composteros tipo montículo y tipo fosa. También, con la socialización de proyectos científicos en espacios abiertos donde interactúan con un público variado, sin jurado, en simultáneo y usando métodos heurísticos que facilitan su labor al momento de presentar sus trabajos.
    



INVESTIGAR PARA TRANSFORMAR
     “Yo no puedo darle nada que no exista ya dentro de usted. Yo no puedo presentarle ninguna otra galería de cuadros que la de su alma (…) solo la ocasión, el impulso, la clave. Yo he de ayudar a hacer visible su propio mundo”. Hermann Karl Hesse, (1927). El lobo estepario.
     Es parte de la naturaleza del ser humano sentir curiosidad por su entorno, observando los procesos que ocurren a su alrededor y dentro de sí mismo. Siempre ha buscado formas de mejorar su calidad de vida, de facilitar su existencia  relacionándose de diferentes formas con el medio ambiente para satisfacer sus necesidades básicas transformando su realidad  mientras  se apropia de los recursos que encuentra a su alrededor.  De esta manera, intenta conocer y explicar fenómenos naturales estableciendo teorías, enunciados, paradigmas y leyes que le dan la sensación de seguridad y dan sentido a su paso por la vida.
     Observar lo que sucede alrededor. Hacerse preguntas. Contrastar con hechos y buscar argumentos para las opiniones, son formas de conocer, actuar y relacionarse con el entorno.
     Se puede decir que la investigación es un proceso sistemático, organizado y objetivo, que tiene como propósito responder a una pregunta o hipótesis y de esta manera aumentar el conocimiento y la información sobre algo desconocido. Es transformar, de forma controlada y dirigida, una situación determinada.
     La clave es aprender a observar: un tema de interés, una necesidad en la comunidad, una historia de vida, una moda, un hábito o una forma de comportarse. Observar la realidad tiene un alto valor, porque el proceso de una investigación se inicia a partir de datos verdaderos que provienen de lo cotidiano. Así empieza la acción de investigar, es decir, de sacar a la luz aquello que, hasta el momento, permanecía vedado para los demás.
     El propósito de toda investigación es transformar  la consideración materialista de la realidad, la importancia dada a la historia de los fenómenos en estudio, la contextualización, la fundamentación teórica y la búsqueda de explicaciones generalizables para realidades complejas. Se puede abordar utilizándola como una herramienta para aumentar el conocimiento ya adquirido. Se puede dar para lograr alcanzar objetivos.
     En la investigación se pueden observar varias etapas comunes, como lo es la planificación, que es la organización clara y objetiva de lo que se quiere investigar (cómo, a quién, cuándo, dónde); el protocolo de investigación, la ejecución, donde se aplica lo planificado; la evaluación, supone la etapa final que valora lo realizado y se analiza la información recolectada; y la publicación de los resultados, pues es útil para otros estudios e investigadores.
     Toda investigación es una interpretación valorativa de la experiencia generando conocimientos nuevos a medida que se sustenten. Es la construcción del conocimiento colectivo que emerge desde el ámbito de lo real, que se bosqueja en las prácticas cotidianas en el marco de una metódica que demanda de un sujeto activo participativo y protagónico porque se reflexiona sobre la propia práctica, desde un pensamiento crítico que permite comprenderla con el fin de volver sobre ella y transformarla a partir de herramientas conceptuales y prácticas
     Lo que ayuda a resignificar, redefinir desde un accionar diferente, alternativo, que conduce hacer cosas distintas para poder conocer distinto, como fundamento para crear una lógica diferente que rompe con la investigación encadenada a una sola mirada, dando paso a constituir una comunidad real de investigadores, donde se logra una interacción entre los grupos de trabajo.
     La investigación es educativa en el grado que puede relacionarse con la práctica de la educación como ampliación de la experiencia que informa la práctica, proporcionando el marco para la investigación en la acción como un instrumento para explorar las características de determinadas situaciones. También, es importante acotar que en cualquier nivel, la enseñanza resulta vulnerable si no se reconoce que el error es un logro intelectual realista y el fracaso un logro práctico realista, porque la apreciación crítica del error y del fracaso constituye una base necesaria para el perfeccionamiento. La investigación que disciplina la curiosidad y pone en tela de juicio la certidumbre, es un fundamento adecuado para la enseñanza.
     La educación, como campo de investigación interdisciplinario, ha tomado conceptos y teorías de la psicología, la sociología, la antropología, las ciencias políticas, la economía y de otras disciplinas que han sido probadas en las prácticas educativas que han dado origen a nuevos conceptos; de ahí los inicios de la investigación educativa en el mundo y su proceso histórico. Por otra parte, el desarrollo de un conocimiento pedagógico fiable implica la identificación de los problemas de investigación, los estudios empíricos, los estudios de réplica y las síntesis de las investigaciones, así como su aplicación y evaluación. Ésta permite adquirir una perspectiva nueva o diferente sobre la educación o sobre un proceso educativo que genere ideas sobre cómo abordar un problema práctico siendo de gran importancia en la medida que resuelva problemas.
     Cambiar una situación también nos ayuda a conocerla mejor. Cuando actuamos sobre la realidad para transformarla, aprendemos cómo es verdaderamente, cómo se comporta, cuáles son las fuerzas internas que la mueven. Transformar es también una forma de conocer. Debemos ir permanentemente de la práctica a la teoría, y de la teoría a la práctica. De la realidad al conocimiento, para transformar la realidad y tener nuevo conocimiento.
     La educación es entonces un instrumento de transformación social donde la investigación, en la acción y desde la acción, con la participación del docente indagador, crítico y reflexivo de su práctica pedagógica es una herramienta para la producción de sapiencias y encuentros  para trasmutar la realidad, la calidad de vida, actuar con razón, con capacidad de cambio, además  sirve como  estrategia pedagógica para implementar y enseñar las acciones, valores, capacidades, habilidades a los estudiantes formándolos de manera integral para que ellos cambien el concepto de sociedad que se tiene actualmente.

     Investigar es buscar conocimiento, encontrar respuestas a preguntas que nos explican el funcionamiento del mundo que nos rodea. Es democratizar el conocimiento científico para transformar la visión que la humanidad tiene del universo y de nosotros mismos.    
     Desde que llegamos al mundo estamos en una constante búsqueda de conocimiento mientras exploramos nuestro entorno. La observación es el primer instrumento que poseemos para investigar. Es la responsable, la mayoría de las veces, de la primera impresión que nos causan seres vivos, objetos, fenómenos o situaciones.
     El niño, con su curiosidad innata, busca sus propias respuestas sin importar lo que ya le hayan dicho sus mayores. Es la escuela quien debe ser fuente de inspiración para mantener esta curiosidad, como por ejemplo la enseñanza de la ciencia por encantamiento, donde se explican, de manera clara y con palabras sencillas, los funcionamientos de fenómenos naturales que ocurren en la vida cotidiana. Podríamos preguntar ¿por qué ciertas variedades de maíz sirven para hacer cotufas y otras no? ¿por qué explotan? ¿por qué flota el hielo en agua?  ¿por qué? Y así un sinfín de preguntas que se pueden contestar con demostraciones científicas sencillas.
     En la escuela, el docente también investiga. Al observar los resultados de las estrategias planificadas y aplicadas a su grupo de estudiantes, reflexiona y ensaya con el objetivo de mejorar su acción.
     El docente investigador, crítico y reflexivo de su propia práctica pedagógica, no se apropia de un paradigma, si no que toma lo mejor o más conveniente de ellas, ajustándolas a su realidad y contexto para perseguir el ansiado aprendizaje significativo de sus alumnos.
     Que maravilloso sería si en todas las escuelas se celebraran congresos pedagógicos internos de manera periódica. Que fuera una práctica regular, tanto como lo son la entrega de planificaciones y resultados de evaluaciones. Que los docentes expusieran sus experiencias, éxitos y fracasos, como inspiración para sus colegas a mirar sus propias praxis educativas y, en el proceso, oxigenarlas.
     Cuando se investiga, se transforman conciencias y se cambian vidas.